Los alimentos de origen vegetal están expuestos a varios tipos de contaminaciones a lo largo de la cadena, en el campo por pesticidas, excremento, aguas negras, insectos y gusanos, en el traslado por transportes o contenedores sucios y por quien los manipula, todo esto pone en riesgo la salud del consumidor final provocando enfermedades como: Cólera, Hepatitis A, Salmonelosis, Amibiasis, etc. con síntomas complicados de vómito, diarrea, fiebre, dolores estomacales y la lista sigue.
Las implicaciones más graves al establecimiento por un brote de contaminación son:
- Visitas sorpresa por parte de la Secretaría de Salud.
- Sanciones monetarias.
- Sellos preventivos.
- Cierre de instalaciones.
- Demandas al establecimiento por enfermedades.
Como manipuladores de alimentos no tenemos el control en toda la cadena, sin embargo, un proceso clave para evitar todos estos problemas es el lavado y desinfección de frutas y verduras, en este proceso se eliminan contaminantes visibles como tierra e insectos y los microbios que a simple vista no se ven y por lo tanto los más peligrosos.
Entre los beneficios de este proceso, además de evitar las complicaciones arriba mencionadas, están:
- Frutas y verduras con mayor durabilidad.
- Calidad en los alimentos que se ofrecen.
- Comentarios positivos y por lo tanto recomendaciones del lugar.
La mejor manera para realizar este proceso es con el método de las tres tarjas, el cual consiste en utilizar cada tarja para un paso evitando contaminaciones durante la actividad:
- Preparar el material necesario como fibra, cepillo, jabón y desinfectante para verduras, la fibra se utiliza para cáscaras lisas y el cepillo para cáscaras rugosas.
- Preparar la solución jabonosa y solución desinfectante en cada una de las tarjas con las indicaciones del fabricante, incluso puedes preparar tu propio desinfectante, te lo explicamos en la manera económica y eficiente de desinfectar equipos y alimentos.
- Pre lavar a chorro de agua eliminando el exceso de suciedad o tierra, siempre se inicia con las que tengan menos tierra.
- Lavar con jabón aplicando una acción mecánica de fibra o cepillo dependiendo la textura de la cáscara, las hojas grandes se lavan una por una y las hojas chicas en manojos pequeños frotando con las manos solamente.
- Enjuagar a chorro de agua hasta eliminar todo el jabón.
- Desinfectar por inmersión, cuidando que la solución cubra toda la superficie de la fruta o verdura por el tiempo que indique el fabricante.
- Escurrir y dejar secar a temperatura ambiente.
Con estos pasos se tendrán alimentos seguros listos para consumo, para llevarlos a su siguiente preparación o almacenarlos favoreciendo en el alimento la durabilidad, calidad y mejor aun evitando enfermedades crónicas.